Las empresas, periódicamente, informan sobre su situación financiera, resultados y planes de negocio. Esta práctica responde al cumplimiento de la normativa o a la propia iniciativa de la empresa. En ocasiones se trata de un informe
narrativo en el que se comenta la evolución del negocio, mientras que en otras, la información es numérica, gráfica y menos comprensible para los no expertos. Siempre existe un núcleo obligatorio constituido por los estados financieros. La comprensión y análisis de dichos documentos es fundamental para un buen número de grupos de interés relacionados con la empresa -empleados, clientes, proveedores, entidades financieras, administraciones públicas, etc.-, que necesitan tomar decisiones informadas. En España, están registradas más de un millón de sociedades, de las que más de doscientas cotizan en Bolsa. Las empresas cotizadas están sometidas a mayores presiones por parte de los reguladores y de los propios accionistas para suministrar información, pero ninguna empresa se ve exenta de dichas presiones en mayor o menor grado. Además, la pertenencia de España a la Unión Europea y la globalización de la economía llevan a las entidades cotizadas a informar cada vez de manera más abundante y estructurada.
La información empresarial es el recurso que permite a todos los interesados determinar el valor de la entidad, su situación financiera y su rentabilidad, es decir, constituye la fuente indispensable para poder conocer la realidad económico-financiera y la evolución previsible de la empresa. Es el propio ciclo de actividad empresarial el que, en sus diversas fases (planificación del negocio, financiación, inversión y operaciones), como muestra la Figura 1.1, genera la información que la empresa posteriormente pone a disposición pública.
Las empresas agrupan su información más relevante en un informe anual (véase ejemplo del índice del informe anual de Abertis para el año 2007, Figura 1.2). El informe, además de contener toda la información regulada que obligatoriamente deben revelar, puede contener información adicional, de carácter voluntario, en función de la política de comunicación adoptada. Toda esta información puede ser a su vez contable o no contable. En la actualidad, la manera más rápida de obtener el informe anual es la página web de la propia empresa o los sitios web de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) o de Registradores, dependiendo de si la empresa cotiza o no en Bolsa, respectivamente. Los elementos más frecuentes del informe son:
Análisis de estados financieros: Fundamentos teóricos y casos prácticos – Enrique Bonsón, Virginia Cortijo y Francisco Flores
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