El despliegue de redes 3G lleva implícito la demanda de de servicios de comunicaciones móviles de alta tasa binaria que demandan muchos recursos de la red. A medida que la demanda de servicios multimedia crezca, la capacidad de las redes móviles se verá colapsada, haciendo necesario el desarrollo de nuevas tecnologías que maximicen la eficiencia espectral [Tsoulos00].
La tecnología de antenas inteligentes se presenta como una alternativa viable frente a otras soluciones como es el aumento en la densidad de estaciones base por área de servicio [Godara97].
Como se muestra en la Figura 1, una antena inteligente está formada por un conjunto de elementos radiantes, alimentados por unos coeficientes o pesos de conformación, que sintetizan un diagrama de radiación de acuerdo con un determinado criterio de optimización. El algoritmo de conformación es el encargado de calcular este vector de pesos, y pueden ser de diferentes tipos: antenas adaptativas basadas en un criterio MMSE o basadas en la maximización de la potencia recibida del usuario, o pueden mantenerse constantes y sintetizar un conjunto de haces fijos, como son las antenas de haces conmutados. Como se aprecia en la figura, es necesario disponer de una señal de referencia para el cálculo de los pesos. Dicha señal depende de cada sistema.
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